lunes, 17 de septiembre de 2018
Investigaciones anteriores: Mariví Ugolino
En 1999, con el auspicio del Instituto Goethe y la Embajada de la República Federal de Alemania, se realizó una exposición de Carla Witte en el Cabildo de Montevideo. Este es el único antecedente de investigación sobre la artista, en el que debe destacarse la importante colaboración de la escultora e investigadora y artista plástica Mariví Ugolino. Se debe destacar muy especialmente los aportes realizados por la señora Ugolino, tanto en la elaboración de los textos para esta exposición como en la sistematización de la información actualmente disponible sobre la artista mediante distintos eventos y artículos.
Transcripción de un texto de la autora:
"Carla Witte: la figura de una mujer solitaria"
Ficha informativa N. 5 - Ciclo 2014
Encuentros a la Puesta del Sol
The British Cemetery Soeciety, Montevideo.
En 1987, de manera casual me enfrenté con la obra de Carla Witte (1889- 1943). Esta había llegado al Museo de la ciudad de Treinta y Tres, gracias a la generosidad de la familia Araújo.
Las investigaciones realizadas en Uruguay y en Alemania me permitieron conocer que Carla Witte había nacido en Leipzig -Alemania- y estudiado en Berlín, en ese entonces centro de unión de las culturas de oriente y occidente; lo que posiblemente permitió gestar, entre otras cosas, uno de los movimientos más potentes del Siglo XX: el Expresionismo.
Aunque no es un movimiento propio de un país, Alemania fue uno de los lugares que más lo ha caracterizado, es decir que Carla Witte comienza su producción artística dentro de este movimiento y crea desde Uruguay, con el bagaje del "museo de su memoria", el expresionismo, al mismo tiempo que este se desarrolla en Europa.
Traía consigo el recuerdo de exposiciones que los diferentes grupos habían realizado en las ciudades donde había vivido y quizás participado, pero también de las conversaciones, de los manifiestos que los integrantes del expresionismo habían redactado. Crea al mismo tiempo que ellos y pasa, como todos ellos, por las diferentes etapas del movimiento.
Fue tan importante su obra de pintora como de escultora. Si bien son pocas las piezas que de ella se conocen, también trabajó hombro a hombro con Ernst Barlach.
Pero el misterio, más allá "de las extrañas figuras de la Srta. Witte", como dice un crítico de su tiempo, lo extraño -repito- es que habiendo sido ilustradora de La Pluma, nuestra más intelectual revista de la época, habiendo retratado a muchos de sus artistas contemporáneos, realizado exposiciones en el circuito donde se exhibía arte, enviado a los salones que congregaban a los artistas, haciendo docencia entre el 30' y el 40'del S. XX y exponiendo con sus alumnos.
¿Por qué la borramos de nuestra memoria colectiva?
He preguntado en estos años a decenas de personas, que inclusive expusieron con ella. La respuesta fue siempre la misma: "Una figura solitaria...".
A más de setenta años de su muerte comienza otra etapa: divulgar y ampliar el conocimiento de su obra. Rodin decía que la obra de un artista muestra su calidad cuando, al igual que la de los artistas griegos, solo queda la belleza de sus trozos. Hoy no tenemos a la artista, tenemos la fuerza y la delicadeza, el dolor y la alegría, la placidez y la tensión de esta obra que forma parte del movimiento expresionista y de nuestro patrimonio.
A quince años de haber escrito este texto, hoy continúo haciéndome la misma pregunta: ¿Por qué Carla Witte despierta tanta curiosidad? Algo intangible no nos permite acceder a su enigma.
Fuente: http://www.cementeriobritanico.com.uy/encuentros/HOJA%20WITTE.pdf
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